Un “Sociólogo chileno pasó un año entrevistando y estudiando a más de 40 ladrones de casas para determinar cómo piensan y actúan”.

Sorprendente fue que esos ladrones evidenciaron “el orgullo de lo que son, de expresarlo y sentirse importantes”.

“Entre más grande fuera el robo más grande era el sentimiento de satisfacción; no por el dinero, sino por el placer de sentirse superior a los demás ladrones”. 

Con esas premisas Jesús Castañeda Nevárez, en su última columna se va directo al punto obligado:

“¿Por qué sonríe el mayor ladrón que haya pasado por Veracruz?; ¿será por la satisfacción de haber superado a su hacedor y maestro?”. 

“Sin duda -advierte Jesús- la razón de su sonrisa (de Duarte) no la sabremos y tendremos que conformarnos con la tesis del sociólogo: el orgullo de ser ladrón y sentirse importantes”.

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