El pago de un millón de pesos que se aprecia recibiendo la diputada Eva Cadena en el tercer video publicado por El Universal, es una brutal zancadilla al Sistema democrático del país: la prostitución del voto legislativo. 

En el primero y segundo video se puede suponer cualquier cosa, inclusive, que la cándida diputada cayó en una trampa preparada para manchar una de las fortalezas de AMLO: la honestidad. 

Sin embargo, el tercer video es la prueba al eterno supuesto que legisladores venden su voto al mejor postor. 

Algo similar, es aquel audio en el que la ex diputada Octavia Ortega Arteaga, habla muy molesta con Juan Nicolás Callejas Arroyo, porque algunos diputados pedían más “chocolates” de los que ya habían recibido por votar a favor de iniciativa del ex gobernador Javier Duarte de Ochoa. 

¿Cuál es la diferencia? 

Cuando Ricardo Ahued dijo: “Me dan vergüenza los diputados”… revive singular actualidad y cae como anillo al dedo al caso.