Julio César Chávez Jr., el hijo de la leyenda, y recientemente derrotado por decisión unánime por Saúl “Canelo” Álvarez en lo que a ojos de los críticos y la sociedad mexicana en general no cumplió con las expectativas de ser “La pelea del siglo”, pidió a los medios de comunicación ser pacientes y darle espacio para replantear sus metas y su plan de recuperación.

Sin embargo, luego de dos días y con los moretones todavía visibles en el rostro, Julio César Chávez Jr. adelantó que ha puesto sus ojos a un pronto regreso al cuadrilátero, pero antes de prepararse físicamente, comentó a reporteros de la fuente, decidió prepararse mentalmente. Por tanto, decidió junto con su manejador, Nacho Beristáin, al siguiente día de la derrota ponerse en contacto con el Senador por Veracruz Héctor Yunes Landa, pues a decir del Julio César “de él entendí que recuperarse de una buena putiza no siempre es tan tardado”.

“Sí -afirmó el hijo de la leyenda- nosotros hemos seguido con atención la política veracruzana pues Sinaloa y Veracruz guardan similitudes incluso en temas de seguridad, y vimos que después del tremendo knock out que sufrió el Senador pues no se tiró al piso, y sí, claro, también a él le pusieron una buena madrina en las urnas y hasta se dejó la barba yo creo que por un tema de depresión, pero ahí lo vemos al hombre, queriendo sacar su segundo aire y nosotros pensamos ya en contratar sus servicios para que nos oriente con ese tema tan complicado de: ¿Cómo reponerse de una putiza?".

Con respecto al monto del contrato y los términos del mismo, el Junior prefirio reservárselo hasta que se concrete y cierren los acuerdos entre su manejador y los gurús de Héctor, sin embargo trascendió que podría estar participando activamente en la campaña de Yunes Landa compartiendo el cuadrilátero con el xalapeño Octagón y luchadores locales, que "aunque no son boxeadores todos, lo importante -aseguró- es dar pan y circo".

(Nota ficcionada destinada al entretenimiento).