El Fiscal General del Estado, Jorge Winckler Ortiz, no se va a ir pese a que en el Congreso le dieron entrada a la solicitud de Juicio Político promovido por el PRI, PRD, Morena y Juntos por Veracruz.

Los diputados transmitieron en la tribuna el sentir, ahora sí, de la sociedad. Pocos veracruzanos no estarán de acuerdo con lo que se expresó ante el Pleno: “Permitimos que ofendiera, agrediera y minimizara las protestas y exigencias legítimas de los Colectivos. Deseoso de reflectores, se olvidó de sus obligaciones y ha cometido un delito al violentarlos en repetidas ocasiones”. Los diputados exhibieron en tribuna a un Fiscal soberbio e inestable, y eso sería motivo suficiente para ser removido.

Pero el Fiscal en realidad no es “autónomo” ni “independiente” del Gobierno del Estado. Políticamente se ha notado que esas no son cualidades que tenga la Fiscalía, ni los jueces ni los tribunales. 

Winckler es el brazo legal de Yunes Linares; es el yunque y el martillo, y no hay forma que el Gobernador permita que lo destituya el Congreso, sería aceptar que se equivocó, sería reconocer no haber puesto a los mejores hombres y mujeres. En Winckler el Gobernador tiene el crisol perfecto para la fundición de su voluntad irreductible, es el vaso de precipitado para la alquimia en que transforma sus razones políticas en verdades jurídicas. Es quien le ha dado resultados “extraordinarios”, aunque los demás no estén de acuerdo. 

Yunes Linares seguirá apoyándose con los Secretarios de Despacho con los que empezó, y si hay algún movimiento será por decisión propia, personalísima y unilateral del Gobernador. ¡Faltaba más!

Clementina Guerrero no ha podido arreglar los problemas financieros… y ahí sigue.

Téllez Marié no ha podido disminuir los índices de inseguridad… y ahí sigue.

Jorge Winckler seguirá, no le quede duda, pues a Winckler lo puso Yunes, y sólo Yunes lo podrá quitar.

@atticuss1910