Hace unos días el exgobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, recluido en la cárcel de Matamoros en Guatemala, mandó una carta a las autoridades penitenciarias para solicitar que le brindarán un colchón decente, una lámpara y un ventilador que alejara los malos olores que de él mismo emanan. 

Pero además el saqueador de Veracruz señaló que había estado recibiendo malos tratos por parte de los custodios, quienes le tiraban la comida. 

Ante estas circunstancias, de acuerdo con información de medios guatemaltecos, un juez concedió permiso para que se le hagan estudios psicológicos a Javier Duarte para ver si existe necesidad de que lo trasladen a otro penal. 

¿No se estará haciendo el loco Javier Duarte? 

Seguro ya se enteró que Flavino Ríos Alvarado, su tapadera, pasó de la cárcel al hospital, del hospital a su casa y de su casa a la libertad bajo fianza. 

A lo mejor Duarte piensa que él puede hacer lo mismo, a lo mejor ya se ve con Karime, libre bajo fianza, en el puente de Londres. 

¡Poca madre!

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