Aunque Rodrigo García Escalante declaró que se pasó a la bancada azul del PAN “por congruencia política”, hay quienes piensan que debió ser en congruencia pero con la chapulinera carrera política de su papá Ricardo García Guzmán. 

Y es que García Guzmán ha sido priista, panista, priista y otra vez panista. 

Y bueno, Rodrigo apenas empieza, pero en su corta carrera ya abandonó al PVEM, partido que lo llevó al Palacio del Encanto y en lugar de hacer fracción con el Verde, se fue a formar parte de la fracción “Juntos por Veracruz”. 

Es claro que la estrategia de engordar las filas panistas tiene una finalidad ulterior que es conservar el liderazgo de la Junta de Coordinación Política, pues con la adhesión de José Luis Enríquez Ambell y ahora de Rodrigo, ya suman 19 curules azules. 

Y todo esto se logra operando, tejiendo y amarrando, cosa que no es fácil.

Así que aquellos que dudan que Yunes Linares ya opera para pelearle de tú a tú a Ricardo Anaya, Moreno Valle o Margarita Zavala… no lo conocen. 

Para uno que madruga, otro que no duerme.