Mire usted, para que no digan que aquí nunca se lo comentamos y que la mano del muerto.

Los monitoristas de las redes sociales detectan serias dudas acerca de todo el aviso mediático del acoso que sufre Javier Duarte en la prisión de Guatemala y de las ganas que dicen le traen los Maras Salvatrucha.

Y no se duda ni tantito que así sea, pero más bien parece que se teje una trama para ocultar las verdaderas intenciones de los poderosos, que ya sabemos nunca se miden en sus maldades.

Ojalá no nos salgan al final con el cuento chino de que, extrañamente, Duarte se quedó en tierras chapinas, pero “para siempre”.

Y es que en redes, cuando menos, hay muchísimos comentarios al respecto.

¡Ay Dios! Canillazos para los que ven conjuras por todas partes.