Brooke Shields nos ha dejado con la boca abierta con su última producción fotográfica. La actriz presume su abdomen tonificado en un extenso reportaje publicado por la revista Life Social.

La intérprete de 52 años repite con una de las firmas emblemáticas, Kelvin Klein, con la que trabajó hace 37 años por primera vez.

La neoyorquina no solo luce un rostro impecable, donde las arrugas no han hecho más que intensificar su belleza, sino que se atreve a ponerse delante del objetivo en ropa interior.

En la entrevista anterior, entre otras muchas cuestiones, Brooke habló de sus dos hijas adolescentes, Rowan (14) y Grier (11), a las que ha prohibido hacer cualquier tipo de campaña como modelos hasta que finalicen la Universidad.

La escritora, que empezó en este mundo con apenas 14 años, se ha mostrado contraria a la utilización de adolescentes en publicidad o en la pasarela. "No quiero un cuerpo de 15 años. No quiero parecer una niña pequeña", dijo la mujer de Chris Henchy a la publicación. "Es un negocio feroz y desmoralizador. (...) Tienes que estar ahí para las audiciones y el trabajo, y mis hijas no van a faltar a la escuela", añadió.

Shields apuntó en este sentido que fue su educación lo que le ayudó a mantenerse a flote en la dura industria del modelaje. "Si no hubiera tenido esa parcela intelectual, habría sido devorada por una industria que no tiene lealtad", subrayó la protagonista de La laguna azul.