Desde hace tiempo se venía manejando en el interior del edificio de la Secretaría de Finanzas y Planeación que la Titular ni sudaba ni se acongojaba por los múltiples problemas financieros de Veracruz. 

Claro, no se acongoja porque no son problemas de ella, pero como responsable de esa importante área al interior del gobierno yunista hay muchos que piensan que debería comprometerse mucho más con la complejidad del cargo.

Era común ver a Clementina Guerrero abandonar sus oficinas a las horas de comida y a las 20 horas… ¡ahí se ven! Lo que es un hecho es que la atención a los alcaldes ha dejado mucho que desear, los citaba y los dejaba plantados, por lo que en más de una ocasión el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares tuvo que salir a los medios en su defensa.

Lo anterior, al final es forma, pero los problemas de fondo también persisten. Los pagos de adeudos a contratistas se empantanaron; el Presupuesto 2017 del Gobierno de Veracruz no ha sido aprobado en el Congreso del Estado a pesar de que el término de ley se ha vencido, y por lo tanto, como afirma el investigador de la UV, Rafael Arias Hernández, el actuar del presente gobierno está fuera de la ley. 

Desde luego, no toda la responsabilidad es de Clementina, ni así lo queremos dejar ver, pero en SEFIPLAN muchas cosas no caminan y no precisamente por falta de dinero. 

Desde hace tiempo se hablaba que poco a poco se le estaban derivando asuntos de mayor importancia -y de la cancha de Clementina y de la Subsecretaría de Finanzas y Administración- al Tesorero Adrián Viccón Basto, quien se fue convirtiendo en el “Súper Secretario” tras el trono. 

Viccón Basto, se comenta entre los demás funcionarios de SEFIPLAN, es serio y muy profesional. 

Es contador Público de profesión, graduado en la UV y Maestro en Auditoría en la UNAM. Laboró en el Congreso del Estado de Veracruz como Coordinador de Auditoría del Ramo 033, y subdirector de Auditoría a municipios en la Contaduría Mayor de Hacienda. Así mismo, en el ORFIS fue subdirector de Auditoría del Gasto Público. 

La medida tomada por el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares de derivarle asuntos a Viccón, en la praxis le dio resultado, lo que le facilitó de hecho mantener a Clementina empoderada de la titularidad de SEFIPLAN sin tener que reconocer que se equivocó en uno de los nombramientos más importantes de su gabinete.

Pero no todo se puede realizar siempre en la praxis y hay que darle certeza jurídica a los actos de gobierno. Por lo anterior, no resultó extraño ni fuera de lugar, el que este lunes 3 de julio se haya publicado en la Gaceta Oficial del Estado el “Acuerdo delegatorio de facultades a favor del C. Tesorero de la Secretaría de Finanzas y Planeación, para que realice los actos señalados en el considerando primero del Acuerdo”, y que le otorga la facultad de responsabilizarse del Control del Registro de Deuda Pública Estatal, Coordinar y dar seguimiento a los Registros de Pasivos Circulantes y dirigir las acciones para realizar pagos de obligaciones presupuestarias de la Secretaría, así como llevar el registro y control de las operaciones entre dependencias, pago de obligaciones con entidades y, en su caso, efectuar las compensaciones correspondientes.

Así, el que fue el “Súper Secretario” de hecho, a partir de este lunes ya lo es por derecho en Acuerdo Delegatorio, y es que hay decisiones que se deben tomar día con día y no pueden esperar a que la burocracia se decida.

Hay que recordar que ya antes, Javier Duarte de Ochoa, hizo algo similar en el 2014, cuando para fortalecer a su Tesorero Vicente Benítez le quitó facultades al titular de Sefiplan Mauricio Audirac Murillo, hoy recluido en Pacho Viejo.