Pues el tricolor prepara su caballada gorda, que más bien parece flaca rumbo al 2018 y así tratar de recuperar espacios de la capital del Estado: Xalapa.

Según fuentes informadas al interior del tricolor, los candidatos que darán batalla o más bien se sacrificarán con el afán de recuperar espacios serán: Erika Ayala, Dalia Pérez, Renato Alarcón y Américo Zúñiga, quién es mencionado para varias posiciones, incluidas la dirigencia del PRI, pero que finalmente parece aceptara ir por la diputación federal.

Así pues Américo Zúñiga será el posible candidato a diputado federal por Xalapa Urbano, mientras que el actual dirigente estatal, Renato Alarcón Guevara irá por la misma posición y por el mismo distrito, en una absurda pelea que sabe no ganará. Por otro lado, la intención de llevarlo a la candidatura tiene como objetivo incrustar a Carlos Aceves Amezcua en la dirigencia estatal del PRI, para rematar con las pésimas dirigencias.

Por el lado de las mujeres, la fórmula más competitiva será por Xalapa Rural, Erika Ayala Ríos, a quien por ciento aún no le aceptan su renuncia a la CNOP, pero definitivamente piensan que sería la mejor opción para la federal, pues ya ha sido diputada y senadora suplente, es decir ya le tocaría lanzarse al ruedo y no necesariamente tendría que hacer campaña en Xalapa, sino en los otros 22 municipios donde sí tiene presencia y por supuesto, estructura, gracias en su momento a la posición en la Confederación Nacional Obrero Patronal.

Caso contrario donde Renato tendría el panorama más desalentador pues la campaña por Xalapa urbano si es en territorio enemigo, mientras que su compañera para Xalapa rural sería Dalia Perez, quien ya fue diputada local de la LXI Legislatura pero por el Distrito XI de Xalapa Urbano.

De igual forma, a Américo Zúñiga, el más fuerte y con mayor posibilidades dentro de este cuarteto, lo están convenciendo para lanzarse por la diputación federal, pues podría arrebatársela a Morena con mucho esfuerzo pero mayores posibilidades. Mientras que para el Senado los aspirantes serían Elizabeth Morales, Anilú Ingram y el tercer anotado Juan Carlos Molina –mismo que ha sepultado a la CNC, pero cree que es el indicado-.

Dentro de estas negociaciones se encuentran los priistas, quienes apenas perdieron la mayoría de los municipios fuertes en las pasadas elecciones pero que no por ello dejan de insistir, aunque pareciera que más se sacrifican que competirían.

Pues mientras aún no le reciben la renuncia a Erika Ayala Ríos, a quien le urge irse a trabajar en favor de Pepe Yunes y a trabajar en su próxima candidatura, la dirigencia de la CNOP en la entidad está en veremos. Lo que pocos han mencionado es que la que logró el visto bueno para que la acepten en el Altiplano es Ana Rosa Valdés Salazar, actual alcaldesa de Paso de Ovejas, que tiene varios señalamientos en contra por anomalías durante su administración municipal y su cuestionada familia.

Cabe recordar que Valdés Salazar al frente del Ayuntamiento de Paso de Ovejas solicitó un millonario préstamo de 12 millones 100 mil pesos lo que agravará aún más las deterioradas finanzas del empobrecido municipio, además de que perdió estrepitosamente cuando solicitó licencia para separarse del su cargo para ir en busca de la diputación local, apadrinada por su esposo, otro vividor de la política, Adolfo Ramírez Arana.

Así es que siguen en la tortuosa espera por la dirigencia de la CNOP en Veracruz, Rosa Luna, quien no tiene llenadera y a fuerza quiere hueso, Martha Montoya, que es un cartucho quemado, Zita Pazzi, quien aún no se coloca en ningún lado y hasta Mireya Toto, quienes ejercen presiones de todo tipo para quedarse con esta importante posición priista. Ni a cual irle…

Al tiempo.

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