Los americanos son atrevidos y elocuentes, tanto que han hecho de su sueño un icono frente al mundo y en cuanto oímos hablar de ‘el sueño americano’ pensamos en jóvenes aventureros y talentosos camino de Los Ángeles o Nueva York; pero aunque ésta estampa sea la que ellos cuentan abiertamente, lo cierto es que sienten una pasión por Europa que se acaba desvelando en sus viajes y también en sus películas.

Todo americano de bien viaja a Europa, es un viaje casi de estudios, vienen a conocer sus raíces porque los estadounidenses son, en gran medida, desdcendientes de los ingleses que los conquistaron; no lo dicen, pero siente cierta veneración por la historia de Europa por su densidad y su intensidad, la suya al lado de la nuestra se les hace breve, sienten cierta envidia por ella y por eso se abrazan a su bandera y su himno como símbolos que tratan de suplir la historia que les falta.

Europa es para los americanos algo así como una meca a la que no pueden dejar de ir, donde encuentran las raíces que les faltan, donde transforman su vida como hace Diana Lane en Bajo el Sol de la Toscana.

Una mujer bella, culta, inteligente… recién divorciada e incapaz de escribir una línea en plena crisis de fracaso sentimental y soledad; un viaje a La Toscana ragalado por su mejor amiga porque, si para Sabrina París era siempre una buena idea, para Diane Lane la buena idea fue La Toscana.

Y entonces encuentra una magnífica casa, una que nos ha dado por pensar que podría haber sido ésta que hoy os montramos con una importante diferencia: la casa que compra Diane Lane en Bajo el Sol de La Toscana necesita tantas reformas como su propia vida mientras ésta que hoy os presentamos está lista para entrar a vivir.

La de Lane es una compra de transformación, un viaje emocional que la lleva de su fracaso y sus miedos a la aventura y un nuevo amor en La Toscana ¿imaginas vivir una historia así en este bellísmo rincón del mundo? nosotros, por darte facilidades, te sugerimos la casa.

Más que una casa es una villa en el corazón de La Toscana, a una hora del Mediterráneo y hora y media de Florencia; rodeada de campos, olivares y viñas, esta villa del S.XVII se eleva sobre una colina y regala magníficas vistas de su entorno, junto a la casa principal y alrededor de su patio se sitúan otros edificios también restaurados y también un granero y un cortijo; la villa cuenta con piscina y varias terrazas desde las que disfrutar del magnífico atardecer en La Toscana, sala de proyección, una gran cocina tipo chef y un total de 22 dormitorios y 20 baños.

Sotheby’s Real State ofrece esta excepcional villa para su venta y su precio se acerca a los 8 millones de euros; ¿una locura? tal vez, pero también un trozo de la historia del mundo, aquí vivió un tiempo Napoleón y por ella pasaron algunos de los personajes más destacados del S.XVII hasta aquí, incluidos Luchino Visconti y Claudia Cardinale.