Paradojas de la política.

Por un lado el PRI eliminó el candado de tener 10 años de militancia como requisito para ser candidato a la Presidencia de la República y a otros puestos de elección popular, pero por otro puso uno muy grande para muchos que aspiran a ser candidatos a un puesto de elección popular en el 2018: Ya no quieren corruptos.

Enrique Peña Nieto llegó a la Asamblea nacional del PRI para clausurarla y ahí enfatizó en uno de los principales acuerdos de la misma, el combate a la corrupción.

“Ante casos individuales de corrupción en el PRI les digo lo siguiente: quienes han violado la ley, quienes han traicionado la confianza del partido deberán enfrentar las consecuencias de sus actos”, aseguró Peña Nieto.

En un discurso de aproximadamente 30 minutos, sin mencionar por su nombre, barrió con los exgobernadores Javier Duarte, César Duarte, Tomás Yarrington  y Roberto Borge.

Y también arrastró sus esperanzas de poder salir pronto. Ya no, será así.

 “Hay militantes que se alejaron de nuestros principios (…) quienes han traicionado los principios deben enfrentar a la ley”, señaló el Presidente ante 10 mil delegados de este partido, llegados de todos los puntos del país.

En ese tenor Peña Nieto prometió una limpia interna en el PRI, para llegar con rostro limpio a las elecciones para renovar la Presidencia de la República en 2018.

Durante la Asamblea se aprobó un Código de Ética y una Comisión de Vigilancia para evitar que servidores públicos emanados de sus filas incurran en irregularidades.

QUIEN PROFETIZÓ FARSA, SE EQUIVOCÓ: PEPE YUNES. En la Asamblea a Pepe Yunes le tocó leer las conduciones y el dictamen de los trabajos de la Mesa Temática de Programa de Acción, la cual presidió.

Radiante, se ufanó y a la vez presumió de que en la Asamblea les había salido todo bien: "Quien pronosticó fracaso, erró. Quien profetizó farsa, se equivocó”.

“Los delegados que tomamos parte en dichos trabajos, lo hicimos orgullosos de pertenecer al partido que explica la estabilidad política del siglo XX, la modernización institucional del México contemporáneo y las grandes reformas de  nuestra época. En la discusión del documento no hubo autocomplacencia, hubo realismo. En la participación de los oradores no hubo simulación, hubo autocrítica”, puntualizó.

Pepe Yunes destacó que el dictamen que presentó es el reflejo de la intervención democrática de priistas de todo el país, quienes participaron en asambleas territoriales, sectoriales, organizacionales y, posteriormente, en la mesa temática de Programa de Acción, y que libremente aportaron conocimiento, compartieron experiencias, transmitieron opiniones y canalizaron sugerencias.

El Programa de Acción propuesto –continuó- reafirma el compromiso del PRI con las causas sociales, y define a la educación como prioridad de gobierno, además de que aporta bases para garantizar el derecho a la educación de calidad, con modelos inclusivos, culturales y científicos. Dicho de otra forma, es el recuperar de los postulados de José Vasconcelos por la educación en México.

En esta mesa el PRI retomó un punto que le fue neurálgico en sus principios para ganar grandes bases: la alianza con la clase trabajadora, pues se mandata la defensa de los derechos y conquistas laborales, así como la obligación por encontrar acciones que incidan en mejorar las condiciones de vida de los asalariados, a través de la capacitación y los servicios.

En esa Mesa, se tocó un tema sensible para el México de hoy, seguridad y justicia, en torno el cual se plasmó -incluso como reclamo- el profesionalizar y equipar a los cuerpos policiacos, coordinar acciones y fomentar presupuesto en estos rubros.

Pepe Yunes aseveró que la XXII Asamblea Ordinaria del PRI convocó democráticamente a participar a la militancia, y que los trabajos realizados en las mesas temáticas demuestran la calidad del priismo nacional, su compromiso con el país y el conocimiento de su región o de su gremio.

PRI, ROMPER CERRADURAS Y ABRIR PUERTAS: OCHOA REZA. Enrique Ochoa Reza, en su intervención, también puntualizó en no permitir la corrupción en los candidatos a puestos de elección popular abanderados por éste partido y para ello anunció que cualquiera que sea designado deberá presentar su declaración 3de3, incluyendo la de conflicto de intereses.

Como presidente del PRI nacional le tocó decir algo que es aspiración de los priistas, pero que se ve muy difícil de lograr: El PRI está listo para  ganar la Presidencia y las nueve gubernaturas priistas, así como la mayoría en las Cámaras de Diputados y Senadores, el próximo año.

Pero Ochoa Reza más que nada se congratuló que “el PRI rompió los candados (para ser candidato a la Presidencia de la República)".

"Somos un partido que necesita romper las cerraduras y que le abre la puerta a la sociedad”, puntualizó.

Además, también celebró la aprobación del acuerdo contra legisladores “chapulines”, que impedirá a diputados y senadores “brincar” de una lista a otra de candidaturas plurinominales.

La Asamble estuvo llena de figuras, entre ellos José Antonio Meade, Secretario de Hacienda, quien se encamina a ser el candidato presidencial del PRI para el 2018. Cuidando las formas, no llegó de rojo, si no con vestimenta casual: saco azul y camisa blanca.

Tambiés estuvo Miguel Ángel Osorio Chong, el Secretario de Gobernación, que casi ve fenecidas sus aspiraciones de ser el candidato presidencial.

Aurelio Nuño, secretario de Educación, otro de los que se había mencionado como posible candidato presidencial, igual estaba ahí.

Y hubo más, muchos más.