Y sigue la mata dando. En su desesperación por sortear el brutal descrédito social que padecen, los partidos están verdaderamente en camino a desmantelar las instituciones del Estado mexicano para simular que ya no hay derroche.

El PAN ahora propondrá en el Congreso reducir a la mitad la burocracia de los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, así como de los organismos autónomos, según que para canalizar el dinero a la reconstrucción.

O lo que es lo mismo, Acción Nacional pretende echar a la calle a miles de empleados al servicio del Estado, con tal de mantener los privilegios de la clase política, que día a día se supera en niveles de oportunismo.

“Llegó la hora de que en México sí le demos una sacudida a los privilegios y que también busquemos adelgazar el servicio público en todas sus dependencias y en todos sus órdenes y niveles de gobierno”, manifestó Marko Cortés, coordinador de la bancada del PAN en la Cámara de Diputados.

Pregunta obligada: si es posible rebanar el 50 por ciento de toda la burocracia federal, ¿quiere decir que nunca hizo falta tanto personal? ¿Entonces por qué no se hizo?