La terrible desgracia de la escuela Rébsamen donde fallecieron 21 infantes, llama a la memoria a la guardería ABC, donde las víctimas continúan esperando la verdad, justicia y garantías de que no se repetirá.

Los procesos penales le han negado la justicia a las víctimas, las miles de hojas y folios se acumulan como recuerdos vivos de la impunidad.

Nadie del IMSS respondió, solo se consignó y condenó a 19 personas por delitos “no graves”.

Ahora, en la Rébsamen, las autoridades se echan la bolita. Claudia Sheinbaum, delegada de Tlalpan, se lava las manos. La SEP también. Y los reflectores se dirigen contra la directora del plantel, Mónica García Villegas, por construir su vivienda sobre la escuela.

¿Y los socios? Los dueños de la escuela ni siquiera han sido nombrados, como nunca son nombrados los poderosos intereses que se cubren junto a las autoridades corruptas.

En la Rébsamen solo pagaron las víctimas, y las autoridades están más preocupadas en su imagen, que en ofrecer justicia.