En estos juegos de los políticos dicen que la forma es fondo, pero como que a Elizabeth Morales y a Anilú Ingram ya se les está pasando la mano con eso de querer esperar “los tiempos”.

Ambas se dicen muuuuuuy ocupadas en sus respectivas delegaciones federales -una en el ISSSTE y la otra en SEDESOL- y no sueltan prenda cuando los reporteros les preguntan si aspiran a competir por la Senaduría.

Hasta ahorita ninguna ha aceptado públicamente que tenga, siquiera, alguna aspiración al respecto. Entonces, ¿Por qué pareciera que sólo ellas pueden competir?

Bien lo dijo Anilú Ingram este fin de semana, que hay activos importantes en el PRI para abanderar la candidatura al Senado, y tiene razón.

Hasta ahora si nos atenemos a las declaraciones públicas de ambas, ninguna de las dos quiere.

¿Y entonces? ¿Por qué las candidatean tanto los columnistas?