La desconfianza y la simulación de procesos democráticos son desafíos vigentes a vencer del Instituto Nacional Electoral (INE).

Quizá por ello Lorenzo Córdoba, adelantó en un foro con los columnistas y articulistas de EL UNIVERSAL, Purificación Carpinteyro, José Antonio Crespo y Salvador García Soto, que en el 2018 el organismo a su cargo ejercerá a plenitud todas sus facultades. “Timoratos no, daremos manotazos cuando sea necesario”.

Sin embargo, qué valor real pueden tener esas promesas cuando hasta hoy eso es lo que el INE ha sido: “timorato”.

Ejemplos claros los del Estado de México y Coahuila, donde ante el evidente rebase de topes de campaña no se atrevió a dar “manotazos” y donde a base de “criterios” de última hora, resolvió las dudosas elecciones.

Las promesas de Córdoba, se oyeron huecas, lástima que no hubo cuestionamientos al respecto del selecto grupo de columnistas y articulistas que le escuchó.