El diputado José Luis Enríquez Ambell, muy respetuoso de las formas como siempre, comentó que “No todos los amigos resultan ser los mejores colaboradores de quien es autoridad, pero de un buen colaborador se puede hacer un gran amigo”.

Parafraseando a Paquita, ¿Están oyendo inútiles? Lo declarado por Enríquez Ambell tiene demasiado fondo, mucho más allá de la simple declaración de la socialité de la politik, pues los grandes fracasos municipales se deben principalmente a la ineptitud y rapiña que protagonizan amigos de los gobernantes.

Y en esa amistad muchos se cobijan hasta que el alcalde les suelta un poco la rienda para, ahora sí, despacharse con la cuchara grande, y en el mejor de los casos tan solo echar a perder pues no están capacitados para los puestos escogidos.

Ojalá los alcaldes entrantes se abstengan de andar designando amigos sin perfil y sin capacidad, o cuando menos que estén dispuestos a perder una amistad si es que estos les fallan.