Los transeúntes que por allí pasaban, voltearon de inmediato al ver a los veinte agentes que se situaban frente al edificio. El movimiento no era normal. Con documentos en mano varios de ellos entraron al inmueble con fachada de cristal marcado con el número 135 de la calle Prado Norte, allá en la exclusiva zona de Lomas de Chapultepec de la Ciudad de México.
Más tarde se supo que eran elementos de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delitos Federales y de la Agencia de Investigación Criminal los que llevarían a cabo una diligencia ministerial en ese lugar. A toda costa, el abogado Guillermo Barradas, famoso por acompañar a Javier Duarte en su fuga, trató a toda costa de impedir la diligencia. Todo fue inútil, los agentes notificaron a los ocupantes del inmueble que éste había sido asegurado y pegaron los respectivos avisos en la pared del edificio. Además, fueron inmediatamente colocados los sellos de la PGR con la leyenda de ‘Asegurado’.
Casi al mismo tiempo, Karime Macías Tubilla apareció; bueno, en realidad ella sigue refugiada en Londres. Los que aparecieron fueron los nueve abogados que designó para recibir notificaciones y para que la defiendan de la persecución “con motivaciones ajenas al derecho de la que es objeto”, tal como lo plasmó en su escrito que hizo llegar a la Fiscal de Córdoba.
Precisamente a inicios de este año, en una bodega de Córdoba, le fueron asegurados por la Fiscalía General del Estado varios bienes muebles de ella y de Javier Duarte como sillas de montar, retratos, pinturas, artículos de lujo y hasta una colección de balones de futbol, entre otras cosas, por lo que Karime se dirigió tajante a la Fiscalía para que sus bienes le sean devueltos ya que asegura que ella es la legítima propietaria y que tiene manera de comprobarlo.
La ex primera dama aclaró también que le “sembraron” otras cosas que no son suyas, pues no reconoce sillas de rueda, andaderas, tabletas, bocinas, bastones. ¡Claro que sería el colmo si pidiera que le devolvieran hasta las despensas encontradas!
Incluso, después de tanto tiempo, Karime pide le sean devueltos hasta sus diarios, donde había escrito y planeado su vida al lado de Javier Duarte y aclara que el supuesto mantra de ¡Merezco abundancia! es una afirmación espiritual.
En pocas palabras, Karime quiere recuperarlo todo, pues no perderá sus bienes que tanto le costaron… al menos no lo tiene en mente. ¿Acaso le urge recuperar los bienes muebles para poder venderlos y seguir con su cómoda vida en Londres?
Lo que sí parece una extraña coincidencia es que precisamente cuando Karime pide sus bienes asegurados en Veracruz, la PGR actúa y asegura uno de los bienes inmuebles a uno de los supuestos prestanombres de Javier Duarte en la Ciudad de México.
¿Coincidencia? O es una manera de decirle ¡Calmadita te vez más bonita!
Con todo esto sólo nos queda claro una cosa: Karime quiere recuperar todo, menos a su esposo Javier Duarte.
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