¡No! No es el outfit, ni el peinado, ni los accesorios de vestir. Y ¡no! Tampoco es el tono característico de sus voces.

Lo que tienen común es que los tres se han fijado plazos perentorios para resolver los problemas que le duele a la población en tiempos de campaña.

Vicente Fox prometió acabar el problema de Chiapas en quince minutos y solo logró que medio se calmaran los zapatistas permitiéndoles marchar a la Ciudad de México. El ejército Zapatista jamás se extinguió y Chiapas sigue igual.

Yunes Linares prometió resolver el problema de la inseguridad en tan solo seis meses con drones e inteligencia policial, pero el problema de la inseguridad -como el Dinosaurio- sigue allí y en varios rubros los números se han incrementado.

Y López Obrador ahora se aventó la puntada rebosada de mariguana recreativa de prometer que terminaría la guerra contra el narcotráfico en tres años.

Bien dicen que los tacos de lengua son bastante baratos en tiempos de campaña.