El marketing político efectivo capta la atención casi a ojo dormido.

Algo pasa con los publicistas que ha contratado Pepe Yunes quienes hacen que la gente se tenga que preguntar “¿Qué quiere Pepe?”.

La publicidad desplegada a mansalva con una persona volteada y la frase “Dale la espalda a la inseguridad”, tiene fondo, pero la publicidad no debe ser reflexiva.

Consta que Pepe Yunes no pretende darle la espalda a los problemas, quiere ser gobernador para entrarle de frente a problemas; pero esa publicidad no parece enviar el mensaje correcto y en redes sociales la han hecho trizas.

La innovación es el alma del marketing político, pero incluso lo novedoso debe ser claro y contundente sin generar dobles lecturas.

A la buena publicidad no hay que defenderla, se defiende sola y avasalla.

La canción de Movimiento Naranja o el estaríamos mejor con ya sabes quién, tal vez no digan gran cosa… ¡Pero pegan!