Aún sin resultados, Presidencia había dado muestras de querer enderezar el pleito que les armó el gobernador de Chihuahua, Javier Corral, por el millonario recorte presupuestal a su estado.

 Como uno de los reclamos del Corral era la impunidad hacia el ex gobernador, César Duarte, la PGR reaccionó activando la búsqueda internacional del exgobernador para extraditarlo dónde se le encuentre.

Aunado a esto, ayudando a las investigaciones que realiza el aparato judicial de Chihuahua con respecto a un supuesto desvío millonario hacia campañas políticas del PRI, el titular de la FEPADE, Héctor Díaz Santana, mandó un mensaje directo a la tierra de los Tarahumaras, de que su dependencia “ejerció su facultad de atracción sobre las investigaciones que realiza en el Fuero Común la Fiscalía General de Justicia del Estado de Chihuahua, relativas al desvío de recursos públicos en beneficio de un partido político nacional”.

Siendo mal pensados, esas dos medidas del poder federal podrían ser solo atole con el dedo para Javier Corral, porque a Duarte capaz que lo pesquen, pero lo de la FEPADE se ve en griego.