Manuel Granados Covarrubias, flamante líder nacional del PRD, tiró ayer en los medios locales su inexperiencia política al referirse a la postulación de Miguel Ángel Yunes Márquez de la siguiente manera: ‘Ningún artículo prohíbe que un funcionario público y un aspirante al cargo tengan una relación familiar’, y remató con: ‘No es ilegal’.

Tarde se debió dar cuenta Granados Covarrubias que pudo utilizar otros argumentos y pensarle más, pues finalmente debía saber que eso se lo iban a preguntar los reporteros.

No habló Granados del derecho de su Partido para postular con libertad a sus candidatos, ni de la carrera política ascendente de Yunes Márquez, ni de su experiencia, ni menos del derecho que tiene -como cualquier veracruzano- de aspirar ser gobernador de su estado.

Se lanzó como el Borras sobre la pregunta que los hábiles y siempre agudos reporteros veracruzanos le hicieron, con lo que lo agarraron como chino en el Aeropuerto a su llegada a Veracruz para asistir al registro de Yunes Márquez como su precandidato a gobernador, y de allí le sacaron la nota de ocho columnas en la que Covarrubias dio a entender que la postulación de Yunes Márquez es nepotismo, ‘Pero es legal’.