En la encuesta que publica hoy El Heraldo de México podría estar el porqué de la andanada gubernamental contra Ricardo Anaya Cortés.

En el último mes el porcentaje de indecisos bajó del 28 al 16%, López Obrador subió 5%, Meade subió 3% y Anaya subió el 3%.

Esto es, el 12% de los que “se decidieron” en el último mes se repartió entre AMLO, Meade y Anaya, pero en mayor medida se decantaron por López Obrador.

Con este escenario, a Meade se le cierra el espectro pues los indecisos no están siendo seducidos por el aire de honestidad y ciudadanía que quiere vender el candidato priista.

Así, ¿A quién restarle votos? Con los indecisos no le va a alcanzar, por lo que sólo le queda “morder” a los que hoy simpatizan con Anaya.

Anaya está entre las patas del caballo y a Meade no le queda más que aprovechar la caída del Chico Maravilla.

En política todo está fríamente calculado, todos son números y tendencias, y en función de la necesidad está la mordida.