En los cafés políticos de Veracruz se comenta que al titular del ORFIS, Lorenzo Antonio Portilla Vázquez, en lugar de perjudicarlo con exhibir los recibos presuntamente firmados por él con los que recibía 20 millones de pesos, en realidad lo ayudaron.

De entrada, el presidente de la Comisión de Vigilancia, Juan Manuel de Unanue, lo defendió y ya dijo que avala su actuar. Los diputados lo respaldaron y aseguran que no lo citarán a comparecer basados en “chismes”. La Fiscalía General del Estado será la encargada de dar el peritaje de la originalidad de los documentos y desde hoy hay muchos que apuestan doble contra sencillo en que el dictamen le será favorable a Portilla por una “evidente” falsificación.

Así, al haberle hecho una pequeña hoguera a sus pies, en lugar de quemarlo en leña verde solamente lo vacunaron para que cualquier futuro señalamiento de entrada sea descalificado como “guerra sucia” o “guerra de lodo”.

Jurídicamente el titular del ORFIS difícilmente perderá el caso, y si se conduce con mesura podría preservar el favor gubernamental.

En los cafés políticos con justa razón se comenta que Portilla, ya la libró.