Los candidatos presidenciales no paran en esta etapa de intercampañas.

Van a todas las invitaciones que reciben para hablar en las pasarelas disimuladas como convenciones de diversos sectores empresariales, a fin de posicionar su mensaje con los del verdadero poder: el económico.

Se supone que esta es la etapa en la que no deben moverse y sin embargo, es cuando hay más notas de ellos y de ella.

Ha sido intenso el trabajo periodístico para consignar cada propuesta, cada ataque, cada revire.

Bueno, hasta los independientes están enojados por que no los invitan a todos los foros y se sienten excluidos.

En Veracruz es todo lo contrario. No se mueven.

Los candidatos se juntan en reuniones privadas en bunkers o en salones de hoteles con dirigencias y militantes, preparando sus estrategias de campaña.

Pero después de una precampaña de poca penetración en la población, la ausencia en medios en esta etapa genera una percepción de que aquí no hay contienda.

No han sabido mantenerse vigentes y mucho menos posicionar sus temas.

En donde están los candidatos? Por qué no aprovechan el tiempo?

La fiesta electoral en Veracruz no sabe, no se siente, no emociona.

Me parece que han desperdiciado tiempo valioso.

Se verá al iniciar las campañas.