Al término de la visita presidencial de la semana pasada a Perote, el marcador había quedado claro: Peña Nieto 1, Yunes Linares 0… y obvio, eso no se podía quedar así.
A diferencia de lo acontecido en Perote, este jueves 22 de marzo el evento conmemorativo del Día Mundial del Agua fue terso en el trato, cordial en las palabras, muy técnico en el templete, pero rudo, muy rudo a ras de piso… y Peña Nieto sintió el rigor.
Lo primero que dijo el Presidente en Misantla fue “No creo que me escuchen pero si lo hacen, a la gente que está en el puente y que espero en un momento más acercarme a saludarlos… espero puedan desde allí escuchar lo que aquí quiero compartirles”. A unos cien metros del presidium, no tan lejos, decenas de personas observaban el evento, pero no eran asistentes sin asiento, eran manifestantes que el Gobierno del Estado se encargaría de ubicar como “Militantes del Partido MORENA, que de manera violenta, bloquearon la carretera Misantla-Xalapa”.
Este jueves, es importante destacar, fue la primera vez que -bajo el Gobierno de Yunes Linares- a Peña Nieto le tocó sentir la vibra de los manifestantes. ¡Imagínese! Decenas de “violentos” manifestantes se metieron casi hasta la cocina y se plantaron en las propias narices de Yunes Linares quien mantiene irrestrictas medidas coercitivas contra los que bloquean las vías de comunicación.
Peña Nieto es seguro que con eso en mente reorientó su discurso y tuvo ocasión de contestar la afrenta. En dos ocasiones -para que no pasara desapercibido- advirtió que estaba muy contento de venir a Veracruz y que vendría siempre muy gustoso con “la invitación” del Gobernador. Las dos veces lo dijo de muy buen humor, con una sonrisa en el rostro que algunos confundieron con burla; y en ambas ocasiones a Yunes Linares solo le quedó apretar el rostro e intentar devolver la cortesía con sonrisas adustas.
No hay química, por más que se hablen bonito, no hay click entre ambos políticos. Todos sabemos que el Presidente no viene a “invitación” del Gobernador, Peña Nieto viene a Veracruz porque quiere y porque puede y porque Veracruz es de los más importantes graneros de votos del país.
En la visita de Totalco, Peña Nieto mantuvo alejado y frío a Yunes Linares, y el propio columnista de El Universal, Salvador García Soto, dio cuenta de que el problema Anaya-Peña había nacido precisamente en Veracruz (en Coatzacoalcos para ser precisos) durante el evento de cierre de precampaña al que éste habría acudido en compañía de Miguel Ángel Yunes Márquez. Hay pues, mucha historia previa y muchos agravios que cobrar, por lo que la sorna presidencial, créame, no fue gratuita.
Sin embargo, es necesario destacar dos diferencias sustanciales, dos elementos principales que denotaron el desencuentro, uno anecdótico y otro toral.
- El anecdótico. El discurso de Miguel Ángel fue inocuo, pero la rudeza no se escuchó en sus palabras sino que se sintió en el ambiente. En Totalco los reflectores fueron exclusivamente para Peña Nieto, pero en Misantla la cosa cambió. “Alguien” decidió que no iba a desaparecer nuevamente en el aplausómetro y como por ensalmo aparecieron porras dispersas para Yunes Linares. Vociferantes hombres gritaban el nombre del gobernador y atronadores gritos de apoyo local desentonaban con los aplausos dedicados a Peña Nieto. ¡Sí se pudo! ¡Arriba el Gobernador! Gritaban. Dichas porras jamás son tan espontáneas.
- El toral. La presencia dispensada de los “violentos" militantes del “Partido MORENA" que ennegrecieron la visita y le nublaron la vista al Presidente. La pregunta obligada es ¿Quién le mandó a Peña Nieto los manifestantes? ¿Por qué las fuerzas del orden y los expertos negociadores del Gobierno del Estado los dejaron llegar casi hasta el pie del templete? No se puede afirmar que hayan sido enviados por el Gobierno del Estado (eso sería especular de más), pero sí se pudo observar, cuando menos, que fueron tolerados pues bloquearon la carretera Misantla-Xalapa por horas, desde la una hasta alrededor de las seis de la tarde (hora en que Peña Nieto estaba ya regresando a la CDMX).
Quien sepa leer, que lea. Si Peña Nieto mantuvo alejado y frío a Yunes Linares en Totalco, en Misantla sintió el rigor y el calor de los manifestantes jarochos… y todo, a menos de cien metros del gobernador que ha insistido en que no se permitirán los bloqueos a las vías de comunicación.
Le tocó a Peña Nieto sentir la vibra veracruzana y el marcador, si me apura, está: Peña Nieto 1, Yunes Linares 1.
La próxima semana, ¿El desempate?
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