Hace unas semanas el aspirante priista Pepe Yunes decía a columnistas y moderadores de opinión que históricamente 90 días antes de cada elección “sabes si vas a ganar o perder”.
Los 90 días se han cumplido y serios nubarrones se ciernen ante la embestida de Fidelistas y Duartistas que lo están empujando al precipicio de la derrota.
Pero, ¿Qué es lo que más que lo daña y distrae la intención del voto en su favor?
Lo son esas deserciones mediáticas, más que masivas, como la que escenifica el decadente grupo que encabeza un eterno perdedor del priismo, Amadeo Flores Espinosa; es el arrebato hectorista de posiciones de representación popular para imponer a familia y compadres, y es esa deslealtad de tramposos como el hoy morenista Ricardo Ahued, “Pepe es el mejor candidato (160418)”, fino para negociar sus conveniencias personales y hacer negocios en lo oscurito.
Otras piedras en el camino de Pepe de no menos importancia, son la penetración del Partido Verde, franquicia de Fidel Herrera, para regresar a las rémoras y saqueadores a cargos de elección popular, al igual que ese reparto abusivo e indiscriminado a “Reinis” y gente con pasado ominoso de las delegaciones federales.
Zaida Lladó, tras renunciar a la Fundación Colosio, denuncia que “El Duartismo y Fidelismo” cooptó posiciones políticas y Héctor Yunes Landa acaparó delegaciones federales y candidaturas plurinominales para él, sus amigos y su hija… ese grupo fragua una maniobra para hacer perder a Pepe”.
Todo ello se sucede a la par de priistas de menor monta que están migrando a Morena para atajar a como dé lugar al hijo del gobernador o entrar por la puerta de atrás al PAN para evitar ser llevados a la cárcel por un desesperado Miguel Angel Yunes Linares quien con el garrote en una mano amenaza y con órdenes de aprehensión en la otra espera que le brinquen.
Los menos, también desertores, huyen del PRI luego de asignarles tareas en donde se pone a prueba su capacidad de convocatoria y capital político pero que al carecer de ello o excederse en sus demandas de dinero, argumentan que “por no cumplirse los acuerdos” se van del PRI ¡Valiente chingadera!
Hay uno que con toda la cachaza del mundo se acercó para pedirle más de 400 millones de pesos a cambio de 350 mil votos que quien sabe de dónde saldrán… ¡Increíble!
Así, no solo es Héctor, sus amigos, compadres e hija Andrea –plurinominal desde la sala de su casa-, así como la ancianidad priista y los que solo quieren talegas de dinero, quienes están buscando construir la derrota de Pepe, lo son también los grandes inversionistas de la política como Erick Lagos, Deantes, Spinoso, Mota, Carvallo, Benítez, Del Castillo y otros más quienes a través de sus amanuenses recorren pueblos y ciudades comprando y comprometiendo el voto en favor del demonio azul.
Así, la ola duartista y las rémoras de la Fidelidad están al cien, pero contra Pepe.
Es una carga demasiado pesada para este gentil hombre quien un día construye lo que por la tarde sus “amigos” y “aliados” e “incondicionales” le destruyen.
Es un juego macabro que solo habrá de superar el voto masivo.
En buena parte de los 212 municipios hay el convencimiento de que Pepe es el mejor con el peor partido que lo postula y la marca que lo mata… pero que aun así estarían dispuestos a votar por quien representa el cambio el primero de julio.
Hoy que las encuestas, las patito y no patito y que en los hechos se observa el repunte de Pepe Yunes de siete puntos en las aproximaciones estadísticas, la única forma de alcanzar el triunfo es por la vía del sufragio masivo.
La única forma de ganar es vencer, no a Yunes Linares, sino al abstencionismo.
Es la hora de que al voto leal se sume el voto útil.
Pegarse al ruego de una lealtad comprada en favor de los perdedores y tramposos es inútil. Terminó la era de nadar de a muertito con el vencedor para acreditarse triunfos que nunca alcanzaron.
Habría que coincidir que Veracruz es más importante que sus saqueadores y gandallas.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo |
