Ricardo Anaya Cortés estará al menos diez veces en Veracruz durante esta campaña. Ya lleva dos visitas. En la primera estuvo en Veracruz Puerto y en Córdoba, de donde nada bueno sacó.

La segunda fue al norte del Estado, a Tuxpan y Álamo, zona de caciques, misma que pasó sin pena ni gloria.

Carlos Valenzuela, Coordinador de Campaña de Ricardo Anaya en el Estado, me afirmó en entrevista que Ricardo ganará en Veracruz y que de aquí obtendrá la mayor cantidad de votos para la presidencial. ¡Faltaba más, faltaba menos! Eso es lo que todos los coordinadores prometen y hasta Héctor Yunes debe prometer lo mismo a Meade.

Prometer es fácil, lo difícil es el cómo.

La declaración de Valenzuela hubiera sido el clásico comentario sin trascendencia, a no ser porque desde hoy, faltando casi ochenta días para la elección, ya están visualizando cómo terminará la campaña y comienzan a meter el ruido del “Voto útil”.

En la coalición “Por México al Frente” se visualiza un final con solo dos competidores, López Obrador y Ricardo Anaya. Sin embargo, el que desde ahora comenten que “en su momento la ciudadanía tendrá que ir definiendo su voto, sobre todo el voto útil cuando sea su momento”, es la lectura de una campaña que hoy la ven arruinada e inevitablemente perdida.

No hay forma que con el tablero actual López Obrador pierda. De nada sirve lo que le digan o inventen, López Obrador hoy gana. Podríamos ahorrarnos meses de parafernalia y bla bla bla, y de una buena vez ponerle la Banda Presidencial a ya saben quién. Así lo ven en el búnker panista; así lo ven en el búnker priista.

No hay misil lo suficientemente poderoso para desmoronar su efigie.

Por eso hoy se redefinen estrategias y a partir de la próxima semana comenzará a darse el cambio de timón en las campañas de Anaya o de Meade. En Los Pinos las esperanzas están puestas en el debate presidencial de este domingo y esperan que López Obrador cometa el gran gazapo que lo lleve a su tercera derrota al hilo, pero también esperan que la bendita suerte y la Virgen de Guadalupe los acompañe para que sea Meade quien salga mejor posicionado.

Si Meade no rebasa a Anaya en las encuestas luego del debate, la próxima semana comenzará a escuchar cada vez más este llamado al “voto útil” y será un llamado al voto útil a favor de Ricardo. No hay de otra.

El PRI perderá la figura presidencial, pero los dueños del dinero no están dispuestos a perder el control del país.

Los tiempos se acortan y ese llamado que antes se escuchaba faltando un par de semanas para la elección, ahora se darán con un par de meses de anticipación.

López Obrador está blindado. Su casi 40% de intención del voto no se moverá aunque le saquen un video ahogado de borracho y recibiendo veinte maletas llenas de dinero de manos de Javier Duarte.

La única opción, la única salida, la única salvación que tiene la famosa Mafia del Poder, será el llamado al voto útil, y ese llamado comenzará la próxima semana.

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