Por un lado los candidatos a la presidencia y congresos prometen luchar contra la corrupción.
Por otro, los partidos que los postulan buscan eliminar el Fuero Constitucional con ‘salvoconductos’ y protegiéndose para no ser sujetos al arraigo como cualquier otro mexicano.
Y para rematar, los actuales legisladores ya se van sin aprobar la Ley de la Fiscalía General que sería el eje central contra la corrupción.
¡Así no se puede! ¿Cuál congruencia? |