Ya no sabe ni por dónde le van a llegar los cañonazos a la ex todopoderosa Presidenta de la Mesa Directiva del Congreso Local, Octavia Ortega Arteaga. 

La candidata a diputada local por el PVEM, Tava Ortega, ha chocado con los caciques políticos de Pánuco y con las murallas políticas sindicales que ella misma fortaleció en la plenitud de su prestado poder.

Hoy, sin padrinos influyentes y poderosos, sufre para aterrizar en una encarnizada pista llena de obstáculos decentes e indecentes y sin el apoyo de quien, quizá, por obligación política pudiera echarle una mano pero que no debe olvidar las despectivas y groseras menciones que Tava dijo en su contra (Pepe Yunes).

Ahora, Tava pontifica en el desierto que arriesga su “vida por la paz… que hay priistas traidores que se arrodillan y se venden, y que utilizaron al PRI para cargarse de dinero”, pero solo eso son, palabras que se diluyen en el seco ambiente y que -curiosamente- a ella la pintan de cuerpo entero.

Así es la política, que tiene días para sumarse y días para sumirse.