En los cafés políticos de la capital veracruzana de lo único que se ha hablado ha sido del caso Karime Macías de Duarte.

Pero no vaya usted a creer que lo hacían en su defensa, aunque tampoco tiraban cuetes de alegría.

El tema giró en torno al significado político del caso, pues sería infantil pensar que no lo tuviera.

Se dijo que los procedimientos jurídicos para casos como éste son tan lentos que difícilmente se podrá ver a la esposa de Javier Duarte frente a la ventanilla de prácticas de Pacho Viejo antes del primero de julio.

¿Entonces dónde está la ganancia política?

La respuesta es simple, meter en la cabeza del electorado veracruzano que se requiere un gobierno de continuidad. Dejar bien claro que el único de los candidatos que podría darle seguimiento al caso y meter a Karime en Pacho Viejo es Miguel Ángel Yunes Márquez.

Canillazos para aquellos que aún piensan que la política se analiza con el corazón y no con la cabeza.