Son hoteleros de tercera y hasta cuarta generación; hoteleros de toda la vida y están seguros que sus descendientes se dedicarán a lo mismo.
Están agrupados en la Asociación de Hoteles y Moteles de Xalapa y la Región y son reconocidos oficialmente por la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles, la nacional.
Se encuentran muy molestos con el Gobierno del Estado porque en forma inexplicable la Secretaría de Turismo local (Sectur) les dio caballazo para reconocer en cambio a una llamada Unión de Empresarios Hoteleros de la Región Cultura y Aventura, minoritaria y de reciente formación.
Así, sin ninguna notificación de por medio, afirman, les quitaron el lugar que tenían en el Fideicomiso Público que administra el impuesto del 2% al Hospedaje, no obstante que las reglas de operación de dicho fideicomiso establecen que debe acreditarse a la asociación empresarial con mayor representatividad, que en este caso es la de ellos.
En una reunión los escuché argumentar, dar cifras, datos, para demostrar que les asiste la razón y la legalidad, lo que la Sectur estatal se niega a reconocer.
Me llamó la atención que son extremadamente cuidadosos y para nada quieren que se contamine el problema con algún sesgo político; son tan decentes, por llamarles de alguna manera, y verdaderos hombres y mujeres de empresa que cuando les dije que veía un trasfondo político en la agresión en su contra me respondieron que ellos se van a defender con estricto apego a la legalidad y de ahí no se van a salir.
Muestran documentos (es un muy grueso legajo, muy bien documentado y organizado) para probar que su asociación se fundó hace 35 años, que legalmente se constituyeron en 1997 y que el 21 de julio de ese año quedaron inscritos en el Registro Público de la Propiedad.
Igualmente, expediente por expediente, comprueban que tienen 65 socios activos, 43 hoteles y 22 moteles incluidos, tanto en la capital del Estado como en Xico, Banderilla, Coatepec, Huatusco, Emiliano Zapata, Jalcomulco y Puente Nacional. Aseguran que se les siguen sumando socios.
Ofrecen cifras: generan 1,000 empleos directos y 2,000 indirectos; cuentan con 2,000 cuartos.
Pero les extrañó que de pronto otra persona, Marcos Suárez Domínguez, apareció ostentándose como representante ante el fideicomiso del 2% al Hospedaje declarando representar a 57 socios, cuando ellos son 65, no obstante lo cual el Gobierno del Estado reconoció a aquel y le dio el lugar de los mayoritarios.
Exigen del Secretario de Turismo que les aclare por qué fueron despojados de la representación que siempre tuvieron, por qué no se les convocó a alguna reunión si es que la hubo para proceder a un cambio, y por qué nunca se les notificó que había habido alguna modificación.
“Estamos muy ofendidos”, dijeron, recordando que son hoteleros locales y empresarios de mucha tradición en el ramo. “Si no somos importantes y no tenemos representatividad, entonces que nos quiten el pago del impuesto del 2% al Hospedaje”.
Narran que el 6 de marzo de este año se renovó la directiva de la Asociación a la que pertenecen, sin ningún problema ya que sólo se inscribió una planilla. Curiosamente el presidente saliente fue Suárez Domínguez, quien entonces sin ningún motivo se dio a la tarea de conformar otra agrupación, seguramente “por convenir a otros intereses”.
Aseguran que seguirán sirviendo a sus socios, “nunca con el afán de competir ni confrontarnos con nadie”, pero no aceptan por ningún motivo que la otra persona se ostente con una representatividad que no le corresponde y piden al Secretario de Turismo que corrija la anomalía.
Lo que me llamó poderosamente la atención fue que una de las empresarias directivas, bajando la voz, no se aguantó las ganas de confesar que ella simpatizaba con el PAN, con Ricardo Anaya y con Miguel Ángel Yunes Márquez. Le pregunté sí seguía pensando lo mismo. Me dijo que no, que ya había decidido por otra opción, que estaba desencantada con el actual gobierno estatal.
Venganza política, posible motivo
Una versión que tiene “Prosa aprisa” es que quitarles su representación fue un acto deliberado porque en la pasada elección para la gubernatura a uno de los socios lo identificaban con el entonces candidato Héctor Yunes Landa.
Pero cuando tomaron posesión los actuales gobernantes, los hoteleros tomaron la decisión de “jalar con todo” con el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares y para ello buscaron acercarse de inmediato al Secretario de Turismo. Éste los recibió y los trató con toda amabilidad, pero tan pronto salieron de su despacho el funcionario llamó a sus colaboradores y les ordenó que se las “rompieran” porque habían apoyado a Yunes Landa. Uno de ellos les filtró la orden que les acababan de dar cuando todavía no se subían a sus vehículos.
Aunque los directivos actuales evaden hablar de un posible motivo político, algunos socios ven una agresión del titular de la Sectur y quien orquestó la creación del otro organismo para tratar de disminuirlos. Pero se ven muy unidos y saben que tienen la mayoría.
Uno de ellos me comentó en corto: “Cómo la ve. Nos necesitan por lo que aportamos a la economía del Estado y ahora necesitan desesperadamente votos. ¿Usted cree que nos derretimos por volver a darles nuestro voto y nuestro apoyo, porque muchos de nosotros votamos la vez pasada por ellos?
A estos hoteleros los ha enamorado Morena, Andrés Manuel López Obrador en persona, quien en una reunión en Xalapa ordenó a Cuitláhuac García Jiménez que los atendiera y no los descuidara. También han sostenido reuniones con Pepe Yunes, quien les ha ofrecido todo su apoyo y consideración.
El gobernador y su hijo no necesitan enemigos. Los tienen dentro. Ahora mismo pusieron en riesgo ya al menos 3,000 votos del sector hotelero de Xalapa y su región. ¿Serán para Cuitláhuac, o para Pepe? Es casi seguro que sean para López Obrador. |