Un punto de referencia frío que refleja el cumplimiento de un gobierno con sus gobernados es el estado de estabilidad y equilibrio emocional que estos viven.

Cuando falta justicia, seguridad, empleo y, se generaliza la percepción de violencia incontrolable el ser humano pierde lo principal: su estabilidad emocional.

Cuando se sufre y batalla con sentimientos de preocupación,  nerviosismo o incluso depresión, es que algo grave pasa en el entorno y el ambiente económico, social o político.

Por ello el análisis del economista Alejandro Soto Domínguez cobra vital importancia y es de obligada lectura: los veracruzanos perdieron esa estabilidad. El porcentaje de integrantes del hogar de 7 años y más que han sentido preocupación o nerviosismo en Veracruz es del 76.3% el más alto del país.

De acuerdo a los datos oficiales que presenta y analiza Soto Domínguez, Duarte dejó el estado despedazado, pero ¿y cómo va con Yunes Linares?  Entérese aquí:

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