Lo que hace años surgió como un producto higiénico, práctico, versátil y desechable, se ha convertido en un peligro para el planeta, el cual, en sus distintas versiones, amenaza a miles de especies, a los ecosistemas y obliga a la humanidad a generar conciencia y cambios para revertir el grave problema que ahora genera.

De acuerdo a un artículo publicado por Reporte Índigo y de acuerdo con datos de la ONU, el año pasado se produjeron cerca de 300 millones de toneladas de plástico y se estima que para el 2050 la población mundial llegará a los 9 mil 700 millones de personas, lo que aumentaría drásticamente el problema de la contaminación.

Con los tremendos calores que hoy padecemos todos nos quejamos pero pocos hacen algo y no somos para plantar un triste arbolito.

Las colonias y fraccionamientos son obscenas planchas de concreto y el plástico desborda en las cocinas y restaurantes.

“Tenemos que rechazar plásticos en los establecimientos y los que lleguemos a usar tirarlos donde se deben tirar para que vayan al reciclado. Este tipo de plásticos tardan en degradarse entre 100 y 300 años, el unicel entre 300 y mil años. Y emplear las 5 erres (5R): reducir, reutilizar, reciclar, rechazar y reparar”, indican expertos de Greenpeace.