En los cafés políticos la gente está que truena en contra de la anacrónica Ley Seca que data de los tiempos de Venustiano Carranza y desde luego contra Hipólito Rodríguez, el polémico alcalde de Xalapa, que no prestó atención a los argumentos de restauranteros para que la medida se pudiera flexibilizar y adaptar a las circunstancias como sí se hizo en el Puerto de Veracruz y Boca del Río.
Pero no sólo eso, que al final de cuentas es peccata minuta, en Xalapa la ciudadanía le pregunta a Hipólito cuál es la verdadera inversión del Ayuntamiento en la pavimentación de calles y avenidas y por qué no se transparentan las aportaciones económicas de los vecinos y la que aportan en especie conocidos empresarios xalapeños.
Los canillazos de hoy todos son para su merced don Hipólito. |