El gobernador del estado había dicho que esperaría el momento legal oportuno para pronunciarse respecto al triunfo de Cuitláhuac Garcia y como ese momento se cumplió con la entrega de la constancia de mayoría y toda vez que ninguna partido político impugnará la elección, Yunes Linares reconoció el triunfo de Cuitláhuac.
Dirigiéndose al gobernador electo con respeto, reconociendo su triunfo e invitándolo a dialogar para acordar los términos de la transición, Veracruz entra en una etapa de civilidad política tal vez nunca vista.
Esperemos que esta calma permanezca, que efectivamente la entrega-recepción de la administración pública estatal se lleve a cabo con cordialidad, apegada a la ley y sin que se siembren minas que explotaran después, cuando haya iniciado el gobierno de Cuitláhuac Garcia, tal como le sucedió a Yunes Linares.
Y es que hace dos años, en un afán de joder al enemigo, jodieron a Veracruz y eso ya no puede ser.
Veracruz necesitaba de altura política, la cual claramente fue manifestada ayer y se suma al discurso conciliador, sereno y respetuoso que el ganador ha venido sosteniendo.
No debe ser nada fácil para el gobernador, sin embargo, habrá que reconocerle los tamaños para salir a pronunciar esas palabras que todos esperamos en los hechos se sostengan.
Que sea para bien del estado y de quienes aquí vivimos, que estamos hartos de confrontaciones estériles y ávidos de un estado que abra oportunidades de desarrollo y trabajo digno. De un estado que tiene a más de la mitad de su población en pobreza, a la que urge sacar de esa situación e incorporarla a una vida digna y de oportunidades.
Si el gobernador electo Cuitláhuac Garcia, ya tenía ante sí la prueba más dura de su vida, ahora, con las condiciones políticas que imperan el grado de dificultad aumenta.
No habrá a quien culpar, toda la responsabilidad de cumplir las amplias expectativas que se tienen será de él y de su equipo de trabajo. Tienen mayoría en el congreso local, en el federal y al Presidente de la República de su mismo partido. No habrá pretextos, los ojos estarán puestos desde ahora en su desempeño.
Todos queremos que le vaya bien, los que le apoyan y los que no lo quieren, por que si le va mal, nos va al a todos y Veracruz ya no aguanta más. |