En los cafés políticos analizan la gestión de varios diputados locales que han dado de qué hablar en los medios para bien o mal.

El más estridente y mediático, que gusta cantar como Chente Fernández, acompañado de banda y le encanta ser llamado ‘Gallo Bolo’ seudónimo que en su esencia tiene según él, gran parecido con su personalidad: ‘Soy tan honesto que no tengo cola que me pisen’.

A diferencia que esos pacíficos gallos, a Ernesto Cuevas Hernández le encanta el pleito y defiende sus razones sin mirar tamaños.

A Joaquín Rosendo Guzmán Avilés, titular de Sedarpa, lo puso pinto por decir que en Veracruz no hay abigeato. ‘Lo dice porque no sale de su oficina, pero el abigeato está imparable; hasta en taxis se roban los becerros’

En el ‘Palacio del Encanto’ se declaró diputado independiente. Votó contra del nombramiento del Fiscal Anticorrupción, apoyó con todo a motociclistas, transportistas, pensionados, agricultores y logró el mejoramiento de caminos en el distrito de Misantla. En breve presentará una iniciativa de Ley para el café y otra para que clínicas y hospitales cuenten con material de curación y medicamentos suficiente.

Un diputado chiquito pero picoso con apenas un metro y 65 centímetros de altura, que no tener ‘cola que le pisen’ pudo destacar como diputado.

Así hacen falta más en esa espesa jungla de la docilidad.