Ante el maremágnum de dudas que han generado las políticas asistencialistas del presidente mexicano electo, la opinión de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) llega en buen momento para muchos mexicanos que hacen fila en la Casa de Transición. El pueblo mexicano tiene hambre y algo institucional se debía hacer.

Por ello hay quienes han visto el ascenso de AMLO como la solución a un sistema injusto que permitió y fomentó la corrupción y acentuó la desigual distribución de la riqueza. 

La OCDE avaló, en principio, las propuestas del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, en materia social, que implican apoyos a los jóvenes y a los adultos mayores, con políticas los cuales puedan ayudar a abatir la desigualdad que impera en el país.

Gabriela Ramos, directora general de la OCDE en México, coincidió con el diagnóstico del próximo gobierno y la necesidad de tomar medidas para poder abordar aquellos rubros por los cuales fue electo el nuevo mandatario, que es justamente el tema de la desigualdad, la pobreza, la informalidad y la gran disparidad de resultados para los mexicanos. Son políticas positivas dijo.

El enfoque es correcto falta ver si aquellos que gobernarán con AMLO se aplican y actúan honestamente, sobre todo aquellos cuyo pasado no ha sido como para tenerles total confianza.