El Acuerdo Comercial Bilateral entre México y Estados Unidos ha sido la nota del día y según Donald Trump y Enrique Peña Nieto, es muy probable que Canadá se adhiera en breve.

Sin embargo, detrás de ese optimismo bilateral desbordado hay premisas que hacen suponer que hubo un solo ganador: Donald Trump, quien así les baja el gas a los efectos negativos judiciales por  la intervención rusa en las pasadas elecciones.

Además, el Acuerdo con México -sin Canadá-, le permite a Trump ganar puntos para que su partido político gane las elecciones de noviembre para renovar la Cámara Baja y un tercio del Senado. Por ello le urgía al menos el Acuerdo con México y partió el TLCAN aún a riesgo de que Canadá quede fuera.

El 31 de agosto es el límite para que Trump envié un Acuerdo Bilateral o Trilateral al Congreso, escaso tiempo para acordar con Canadá los puntos álgidos que lo alejaron de las negociaciones trilaterales. Además, Trudeau habría de someter su decisión a la aprobación legislativa en las provincias canadienses.

Es decir, el panorama realista es que Trump se salió con la suya de partir el TLCAN, con la complacencia de México.