Aquí en Veracruz se ven las penalidades por las que atraviesa Fidel Kuri Grajales, dueño del equipo de futbol ‘Tiburones Rojos de Veracruz’. 

Muchas de ellas, se piensa en Veracruz, son producto de fuego local por cuestiones políticas, sin embargo, en el Altiplano están viendo otra película muy diferente.

Se sabe que los demás dueños de equipos de la primera división del futbol nacional no quieren a Kuri en el gremio. No les ha gustado que el orizabeño haya mezclado la política con el negocio de las patadas; así como sus escándalos mediáticos y los desplantes e indisciplinas que ha tenido ante la Federación Mexicana de Futbol.

Pero lo que más les ha molestado -en el fondo- es la torpeza e inexperiencia que ha tenido en el manejo de las cuestiones laborales, financieras y fiscales. 

Incluso, esta serie peliculesca fue llevada por los dueños de equipos a Los Pinos para que se investigue a fondo el tema de dobles contratos, cláusulas ventajosas en contra de los jugadores y directores técnicos, tras lo que pudiera configurarse el delito de evasión fiscal. 

Así los dueños de equipos buscan evitar que por el descrédito de uno paguen todos y se acuse al futbol mexicano de prácticas deshonestas.

Al gobierno federal le cayó en bandeja de plata la oportunidad de mostrar que el combate a la evasión fiscal es serio y se aplica por igual a todo aquel que la practica. ¡Aguas! Vienen días de tormenta.