Todo parece indicar que la llegada del aun diputado local Zenyazen Roberto Escobar García a la titularidad de la Secretaría de Educación de Veracruz, en el Gobierno de Cuitláhuac García Jiménez parece ser un hecho ya consumado.

  Sin duda.

  Como uno de los hombres muy cercanos al mandatario electo, el parlamentario ya ha sido “placeado” en reuniones magisteriales y educativas, y es allí donde el fresco educador proveniente de las filas del Movimiento Magisterial Popular Veracruzano se mueve como pez en el agua.

  De esta manera, les guste o no muchos líderes o profesores, Zenyazen Escobar va que zumba como titular de la SEV.

   Así tal cual.

  Con lo anterior, este personaje en muy poco tiempo debe de convertirse en lo que hasta el momento no es, o como no se ha mostrado públicamente: un hombre mesurado, conciliador y con un enorme tacto político, ya que sus futuras responsabilidades se lo demandarán en demasía, ante los diarios conflictos que se presentan en esta Secretaría.

  Y es que ser Secretario de Educación no es una tarea para nada fácil.

  La neta.

  Si no habrá que preguntarle al actual funcionario Enrique Pérez Rodríguez, quién calladamente ha logrado ejecutar un reordenamiento total en esta dependencia, la cual en vez de ser destinada para el desarrollo educativo de la entidad, o para atender las necesidades de los más de 2 millones de alumnos, estaba siendo utilizada como una caja chica del gobierno en turno o como agencia de colocaciones.

  Incluso, dentro de este bienio que termina se lograron sanos concesos entre el gobierno y los docentes, e importantísimos acuerdos con los 29 sindicatos estatales y 3 federales, con los cuales aún y con la falta de liquidez se cumplieron los compromisos.

  En fin, si es que en días por venir se confirma la noticia de que Escobar García efectivamente será Secretario de Educación, el aún diputado local debe de prepararse de inmediato para el encargo, conocer realmente las necesidades, las problemáticas y ofrecer soluciones de manera pronta.

  Ya que no dudemos que en los inicios de la era de Cuitláhuac, los demonios de “los paros” y “las tomas” a las instalaciones educativas se activen, y será interesante ver como un personaje habituado a estos movimientos, sea quién tenga la responsabilidad de desactivarlos.

  Es decir, Zenyazen como buen borracho que es, debe de estar ahora preparado como todo un buen cantinero.

  Esperemos a ver qué pasa.

@IvanKalderon

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