La Delegación Regional en Veracruz Norte del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en el marco de la conmemoración del “Día mundial del Alzheimer”, invita a la población en general a practicar gimnasia cerebral para reducir el riesgo de padecer la mencionada enfermedad.    

La neuróloga del Hospital General de Zona N° 11, Ariadna Pérez Montoto comentó que el padecimiento de Alzheimer es la demencia neurodegenerativa más frecuente en el mundo y que su principal característica es el deterioro progresivo de las funciones mentales.

En la actualidad no se han detectado causas específicas que puedan determinar el padecer esta enfermedad, pues existen diversos agentes ambientales o de estilo de vida que pueden influir; las de mayor predisposición son los genéticos; éste último que se reconoce como el principal factor de riesgo de la enfermedad de Alzheimer.

Las principales señales de alarma del Alzheimer son la pérdida de memoria, dificultad para realizar tareas familiares, problemas para articular el lenguaje (olvida las palabras correctas), desorientación en tiempo y espacio (olvida fechas y lugares), juicio pobre (no sabe qué hacer en situaciones simples), alteraciones de cálculo (no puede sumar, restar, multiplicar), pérdida de objetos personales, cambios de ánimo, comportamiento y personalidad.

Como resultado de los estudios que realiza el Instituto, se publicó la Guía Práctica Clínica (GPC), “Diagnóstico y Tratamiento de la Enfermedad de Alzheimer”, la cual ayuda a los especialistas a lograr un diagnóstico temprano a este padecimiento para que el paciente pueda ser tratado.

Existen algunos medicamentos que pueden temporalmente retrasar los efectos del Alzheimer; que refuerzan las conexiones del sistema nervioso, tanto central como periférico y autónomo; asimismo favorecen la comunicación neuromuscular, que ayuda a mantener el control de las acciones músculo esqueléticas.  

Asimismo, la especialista  explicó la importancia de practicar gimnasia cerebral; esto es tener el cerebro en permanente actividad y además sacarlo de su usual funcionamiento, es decir, estimular las partes del cerebro que comúnmente no se usan.

Algunos ejemplos son; bañarse con los ojos cerrados, por lo menos una vez a la semana, esto con el fin de reconocer texturas y potencializar los sentidos; usar la mano que sea menos hábil, para realizar tareas diarias como escribir, comer, abrir cajones, etcétera; también es recomendable hacer crucigramas y rompecabezas, caminar de espalda, usar el reloj en la mano contraria, cambiar la ruta para ir al trabajo y mover de lugar las cosas de uso personal a modo de que el cerebro no se acostumbre a hacer movimientos programados.

Por último, la especialista recordó la importancia de cuidar hábitos y mantener una vida activa desde el punto de vista tanto social como mental, pues está comprobado que esto ayudará a disminuir las posibilidades de presentar la enfermedad de Alzheimer, conservando una “Mente sana en cuerpo sano”.