VAYA, cualquier otra cosa puede suceder, pero que a los trabajadores, desde ahora, les comiencen a decir que será difícil que puedan recibir su aguinaldo y demás prestaciones a las cuales tiene derecho, es un asunto que, sin lugar a dudas, tendrá serias implicaciones para el propio Estado, que es el primero que debe garantizar este derecho a los veracruzanos.
Se sabe que la mayoría de los trabajadores al servicio del Estado, de cualquier otro poder de la entidad, y hasta los que se encuentran al servicio de la iniciativa privada, están en espera de que este fin de año puedan recibir, además de su sueldo normal, otra cantidad que comúnmente se denomina aguinaldo y que es una especie de compensación por el trabajo realizado durante todo el año, además de que legalmente existe y no se puede negar porque sería incumplir una ley, como la del trabajo, además de generar, por parte del Estado, la negación de un verdadero estado de derecho, donde se garantice el debido cumplimiento de la norma y de los logros alcanzados por la clase trabajadora.
Pues bien, desde hace algunos días, se ha venido planteando la posibilidad de que el mismo Estado, sea el primero que no pueda cumplir con esta obligación, porque las condiciones económicas no se lo van a permitir, aún cuando se sabe que todas las administraciones federal, estatal y municipal deben tener contemplada esta partida de cada fin de año. Hace dos años, cuando la nueva administración comenzaba su trabajo, se tuvieron dificultades económicas para poder pagar los aguinaldos, porque se trataba de una terminación de sexenio que había dejado vacías las arcas de la entidad, pero con esfuerzos se pudo cumplir con esta obligación.
Sin embargo, los tiempos ya pasaron y la nueva administración de entonces, ya trabajó durante dos años para poder tener los recursos necesarios y disponibles para que ahora el nuevo gobierno, que comienza el primero de diciembre próximo, pueda, sin mayores problemas, pagar los aguinaldos de los trabajadores en general, es decir, de todos aquellos que se encuentran laborando al servicio del Estado.
Cierto es que hay muchas necesidades económicas en este momento, pero hay prioridades que se tienen que atender, de tal manera, que no se generen mayores inconveniencias para el gobierno, porque no pagarles su aguinaldo a los trabajadores, es como poner al borde de la estabilidad al propio Estado, cuestión que debe siempre quedar a salvo.
Hay instituciones públicas, como la propia Universidad Veracruzana, que tiene, como se sabe, muchas otras obligaciones con la educación superior, pero que ante la crisis económica que invade al país y al Estado, ha procurado, según palabras de la propia Rectora, que se tengan disponibles los pagos por el concepto de aguinaldo, dejando, quizá, otras prioridades, pero no las que corresponden al pago de este derecho de cada uno de los trabajadores que están al servicio de esta casa de estudios.
Bajo las circunstancias que se den o se estén dando en estos momentos, el Estado, debe ser el primero que responda por esta obligación con los trabajadores, pues como ya hemos comentado, es el garante principal para que los demás puedan cumplir con esta obligación, por lo que no debe, en el caso de que así se este pensando, incumplir con el derecho de cada uno de los trabajadores veracruzanos.
Aún cuando este problema tenga que enfrentarlo la nueva administración, es obligación del actual gobierno, dejar los recursos necesarios para poder pagar, porque correspondería, precisamente, a un año de trabajo al servicio de la actual administración estatal.
Si bien ha dicho el futuro Gobernador del Estado, que se ha enterado que ya no habrá dinero en caja, cuestión que no estaba contemplada, ya que el mismo gobernador del Estado, había declarado que dejaría, por lo menos veinte mil millones de pesos y que ahora, por no haber recibido a tiempo los recursos provenientes de la federación, no se podrá cumplir con este ofrecimiento, cuando menos los recursos que servirán para cumplir con los aguinaldos, sí tendrán que estar disponibles, ya que de otra manera, el nuevo gobierno, se verá en la necesidad de solicitar préstamos y endeudar más al Estado.
Dejar de pagar los aguinaldos, no es una buena opción, más considerando como están las cosas en el ámbito económico de la entidad, que todas juntas, podrían gestar muy pronto, un movimiento social de grandes dimensiones, tal y como ya están sucediendo en otras partes del mundo.
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