Las 46 oficinas internacionales de ProMéxico serán eliminadas en el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, pues de acuerdo al equipo de transición “no hacen nada”.

De entrada suena bien el adelgazamiento de la burocracia, aunque hay que poner en perspectiva lo que representan esas 46 oficinas.

No son -como se podría esperar- esquemas burocráticos demasiado robustos, de hecho en Veracruz la nómina de ProMéxico sólo está compuesta de 1 persona, el Director.

La propuesta es que las funciones de promoción internacional sean absorbidas por las embajadas concentrando el interés en la industria metalmecánica, automotriz, química, alimentaria, aeroespacial y de autopartes.

¿Cuál es el riesgo que se corre? Que la carga laboral de las embajadas no permita absorber todas las funciones de promoción adecuadamente.

Por ejemplo, Veracruz tiene mucho que ofrecer pues de norte a sur hay productos que se están exportando no solo a Estados Unidos sino a mercados de Latinoamérica, Europa, Asia y prácticamente todo el mundo; y continuamente se atienden misiones de compradores o inversionistas, siendo en promedio  unas 5 misiones al mes que demandan productos veracruzanos.

Así que de entrada suena bien la propuesta, sólo esperemos que las inversiones extranjeras no se vean mermadas.