Contra lo que muchos suponen, Ernesto Pérez Astorga será el próximo secretario de Desarrollo Económico del estado pero no tanto por el padrinazgo del senador Ricardo Ahued, de quien es suplente, sino por su antigua relación como representante empresarial con la dirigente nacional de MORENA, Yeidckol Polevnsky, quien a diferencia del gobernador electo de Morelos, Cuauhtémoc Blanco –con el que la empresaria mexiquense acaba de tener un fuerte intercambio verbal por haberle negado un cargo en su próximo gobierno al actual senador Rabindranath Salazar, su recomendado, quien también aspiraba a esa gubernatura–, en Veracruz, en cambio, la propuesta de la lideresa morenista fue bien recibida por el virtual mandatario estatal Cuitláhuac García Jiménez.

De hecho, según se sabe, Pérez Astorga habría sido impulsado primero por Polevnsky como compañero de fórmula de Ahued Bardahuil, quien originalmente pretendía llevar como suplente a otro empresario xalapeño muy allegado a él desde la alcaldía de Xalapa: Antonio Ballesteros Grayeb, en cuya administración municipal (2004-2007) se había desempeñado como secretario del Ayuntamiento, y al que posteriormente promovió para la Sindicatura con su sucesor David Velasco Chedraui (2007-2010).

Desde ahora, aunque todavía faltan casi tres años para la sucesión municipal y él ni siquiera asume aún la secretaría de despacho que le acaba de asignar públicamente el gobernador electo Cuitláhuac García, hay quienes dan por hecho que Pérez Astorga sería perfilado como candidato de MORENA para contender por la presidencia municipal de la capital veracruzana en el 2021, un cargo al que siempre aspiró su difunto padre don Ernesto Pérez Villarreal, pero el cual nunca pudo ocupar por el veto que hasta su muerte le impuso al empresario norteño un poderoso empresario periodístico, al que la mayoría de los gobernadores priistas –hasta el sexenio de Patricio Chirinos– le rindieron pleitesía y obviamente evitaron confrontar.

De hecho, en el cuatrienio de Dante Delgado –quien había sucedido como gobernador sustituto a don Fernando Gutiérrez Barrios, al asumir éste la Secretaría de Gobernación en diciembre de 1988–, Pérez Villarreal recibió más apoyo del gobierno de Delgado Rannauro como presidente de la H. Junta de Mejoramiento Moral, Cívico y Material de Xalapa que el alcalde Guillermo Zúñiga Martínez.

Precisamente de esa época data la donación de un amplio terreno que el gobierno del estado hizo para la construcción de las oficinas de la H. Junta de Mejoras de Xalapa, del cual sólo fue utilizado la tercera parte y el resto sigue siendo usufructuado hasta la fecha por Pérez Astorga para su empresa expendedora de neumáticos.

Si de veras el hijo de Pérez Villarreal aspira a cumplir el frustrado anhelo de su extinto padre, tendrá que resolver y deslindarse antes de la sucesión municipal de 2021 de esta embarazosa situación.

Pero también tiene otra piedra en el zapato: su cuñado “incómodo” Luis Palacios Macedo, un constructor muy desacreditado como presidente del Consejo Coordinador Empresarial de Xalapa, ya que es señalado públicamente hasta por su propio gremio de haber sido cooptado por el gobernador Miguel Ángel Yunes para que formara parte del polémico Comité Ciudadano de Vigilancia y Seguimiento del Proceso de Entrega y Recepción de las Dependencias y Entidades de la Administración Pública 2016-2018, a cambio de contratos que el gobierno yunista le asignó por más de 70 millones de pesos durante este año a su Grupo Corporativo LUPAMA S.A. de C.V.

Sin embargo, en la siguiente elección, contará además la calificación que para ese entonces la ciudadanía le dé a la administración saliente del alcalde Hipólito Rodríguez, y a la del gobernador García Jiménez, ambos de MORENA, que ya estará a la mitad de su sexenio, igual que la del próximo Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.

Habrá que ver dentro de tres años qué tan vigoroso se mantiene el “Efecto Peje”.