El Fondo Monetario Internacional advierte nubarrones de tormenta en la Economía Mundial.

Christine Lagarde, Directora General del FMI, señaló antes de inaugurar la cumbre de Bali, Indonesia, que hay buenas noticias de forma general como un crecimiento a un ritmo más elevado desde el 2011, la caída del desempleo y que el porcentaje de personas que vive en pobreza extrema ha alcanzado un nuevo mínimo, por debajo del 10% de la población mundial… pero hasta ahí las buenas noticias, porque Lagarde señala que los riesgos que se veían hace seis meses han comenzado a materializarse.

No sólo es el elevado nivel de deuda global -que oscila en los 182 billones de dólares-, sino también el riesgo del desencadenamiento de una guerra comercial -que todos vimos cómo es real luego del USMCA que delimitaba una exclusión de posibles acuerdos con China- que afectará sobre todo a los países emergentes.

México no estará exento de posibles repercusiones económicas que podrían darnos un duro coletazo, así que desde ya podría usted tomar sus previsiones y, como dice Lagarde, “arreglad el tejado mientras el sol siga brillando”.

Pero si todo lo anterior fuera poco, habría que sumarle el excesivo nivel de deuda de algunos clientes de la Banca y el descenso de su valor en la Bolsa.

“La creciente deuda de familias y empresas ha dejado a los bancos de algunos países expuestos a clientes con una elevada carga”, asegura el Informe de Estabilidad Financiera Global presentado en Bali. Hay países que ya están tomando cartas en el asunto, como China y Francia que están tomando medidas para reducir el crecimiento del crédito.

Pero no lo dude, si el FMI presagia tormenta, es porque va a llover… y duro.