Minutos después de las 07:00 horas de aquel 12 de octubre de 2016, Javier Duarte de Ochoa anunciaba la separación de su cargo para enfrentar algunas denuncias en su contra. Dos años más tarde, purga una condena en el Reclusorio Norte.
Pero para llegar a ese punto, fue necesario buscarlo por diversos países, hasta que en abril de 2017, fue hallado en Panajachel, Guatemala, donde fue apresado hasta su extradición a México, en julio de 2017.
¿Qué ha pasado en dos años?
La de Javier Duarte de Ochoa se convirtió en la historia principal del país desde mucho antes que renunciara a su cargo, pues ya se había convertido en el ícono principal de la corrupción: contratos a empresas fantasma, simulación de reintegros, desvío de recursos, red de lavado de dinero, es parte de lo que se había documentado hasta ese momento.
Tras su captura, Duarte de Ochoa aceptó ser traído al país, donde al principio enfrentó acusaciones por delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita, que podrían haberle significado hasta 75 años de cárcel.
Sin embargo, un año después la Procuraduría General de la República (PGR) le quitó de un plumazo la posibilidad de 50 años de condena, al variar la delincuencia organizada por asociación delictuosa, ilícito con una pena máxima de 10 años.
Esto es, debido a que la PGR no tenía elementos para acusar por dicho delito, pese a haber contado con más de 12 meses para investigar, por lo que a la hora de presentar el escrito, determinó que fuera un ilícito distinto.
Pero no solo sucedió eso con el caso, sino que lo que se suponía sería la audiencia intermedia, se convirtió en la audiencia final, pues la PGR pidió un procedimiento abreviado que terminó con una condena de 9 años de prisión y una multa de 58 mil 890 pesos y dio fin al proceso.
Amnistía a presos políticos
Este jueves, Andrés Manuel López Obrador anunció amnistía a presos políticos, tras confirmar que recibió una carta de Mario Villanueva Madrid, el exgobernador acusado de narcotráfico y encarcelado desde hace casi 20 años, pidiendo justicia para su caso.
Unas horas después, Javier Duarte de Ochoa retiró su solicitud de apelación de la condena, presentado apenas una semana atrás, inconforme con su condena, argumentando tres cosas:
El primero de ellos es que fue sentenciado únicamente con base en su declaratoria de culpabilidad, lo cual a su consideración no basta, pues un veredicto de esta naturaleza debería sustentarse con elementos de prueba.
El segundo aspecto, es que reclamaba un concurso ideal de delitos, es decir, quería compurgar de manera simultánea las condenas impuestas por cada ilícito. En otras palabras, que en lugar de 9 años se contabilizaran 4 años y medio de prisión.
El último punto que alegó fue el decomiso de 40 bienes inmuebles, argumentando que ninguno de ellos estaba vinculado a su persona y ninguno de los propietarios de los mismos estaba sujeto a proceso por la misma causa de lavado y asociación delictuosa.
Duarte ha asegurado en más de una ocasión que es "un pagador" y suscribió recientemente lo dicho por López Obrador una y otra vez: su captura y proceso "fue un show".
GABRIELA RASGADO |