Ya no solo en los cafés políticos sino incluso en las casas, los gimnasios o cualquier punto de reunión, se comenta lo mal y descuidada que se encuentra la capital veracruzana.

Como por encanto los baches se han multiplicado no solo en las colonias sino también en las avenidas principales. 

Las áreas verdes, jardineras y camellones se encuentran llenas de maleza y, por si fuera poco, los montones de basura han vuelto a pesar de que el servicio de recolección se ha regularizado luego del problema del cierre temporal del Relleno Sanitario del Tronconal. 

Hipólito casi tiene un año que llegó al poder y la ciudad está dislocada, insegura, abandonada. Encharcamientos por todos lados, zonas sin iluminación que se han convertido en cuevas de maleantes. Asaltos a negocios, bancos y tiendas departamentales. 

Y la pregunta es, ¿Cuál es la diferencia de que Xalapa tenga un alcalde como Hipólito Rodríguez Herrero o no tenerlo? 

Canillazos para los que piensen que las quejas de los sabios bebedores de café son infundadas o por motivos políticos.