El Fiscal General del Estado, Jorge Winckler Ortiz, podrá ser lo que Usted quiera. Podrá ser insensible, ser una nulidad en cuanto al tacto político, altanero, y hasta incapaz si así lo quiere ver… pero de lo que no tiene ni un pelo, es de tonto.

Luego de las bravatas que le echaron el próximo Secretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos, y el gobernador electo, Cuitláhuac García Jiménez, se ve claro que buscarán removerlo y llevarlo a Juicio Político, y quizá jurídico, con la fuerza de la próxima súper poderosa bancada Morena y sus aliados. 

Algunos consideran que la reacción retadora de Winckler al poner la imagen de Matrix llamando al pleito, se debe a la intención del Fiscal de confirmar y reafirmar la autonomía de la Fiscalía, sin embargo, la razón podría ser mucho más simple.

Jorge Winckler llegó con Yunes Linares, y se irá voluntariamente con Yunes Linares.

No tiene nada que ganar al quedarse a merced de un Congreso mayoritariamente Morenista que podría removerlo incluso antes de diciembre; no tiene nada que ganar aferrándose a un puesto en el que no podrá trabajar a gusto por la andanada de críticas, auditorías y cuestionamientos de MORENA; ¿A qué se quedaría?

Winckler se divierte en Twitter mientras hace que los Morenistas se retuerzan entripados.

La famosa Autonomía de la Fiscalía General es tan solo un mito, mucho más endeble y fugaz que la del ORFIS o la Fiscalía Anticorrupción, y eso lo puede entender cualquier persona con dos dedos de frente.

El pronóstico de Política al Día es: por un lado se va Yunes y por el mismo lo acompañará voluntariamente Winckler. ¿Les daría el gusto de que lo corrieran? ¡Ja, ja, ja! Por supuesto que no.