Así titula su excelente artículo Pablo Ximénez de Sandoval y que publica en el diario El País.

En él, narra la difícil situación que se está viviendo en el Oeste de EU en lugares eminentemente republicanos como el valle central de California.

Allí, la policía de inmigración ha arreciado sus operativos en empresas para detectar indocumentados, personas que llevan años viviendo en el lugar y que de buenas a primeras tienen que abandonar su estilo de vida.

Cuenta Ximénez que inmigración solicita a las empresas los documentos de sus trabajadores y si detecta papeles falsos (en la mayoría de las ocasiones) avisa que llevará a cabo una revisión. Con esto, inmediatamente disminuye la mano de obra en los lugares de trabajo impactando en la cadena productiva.

Los efectos se sentirán pronto en la economía de la zona que compite con economías como China.

La tormenta perfecta está formándose y podría ser la puntilla para que Donald Trump se dé cuenta de la necesidad de la fuerza laboral migrante.

Ahora que está en camino la Caravana Migrante, valdría la pena analizar si realmente a los EU le sobran manos, o si podría pasarle como en la película “Un día sin mexicanos”. 

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